Torre de la Iglesia
El día que visite este pueblo vi un deseo cumplido. Desde hace años
perseguía la idea de conocer Campillo, Campillo de Aragón, localidad de la
provincia de Zaragoza, en la comarca de Calatayud, próxima a los límites con
las tierras de Castilla.
A 40 km de Calatayud
y a 129 de la capital de la provincia es uno de los pueblos más altos de
Zaragoza (1055 m. sobre el nivel del mar).
No se sabe con
exactitud los orígenes del pueblo aunque algunos datos están documentados. La
llegada de los caballeros Sanjuanistas es anterior a 1446, si bien la fortaleza
situada en la actual iglesia de San Juan es anterior a 1129, año en el que
Alfonso I “El Batallador” conquista Molina (actual Molina de Aragón). La reforma
económica llevada a cabo en Aragón en 1446, arroja alguna luz sobre la
antigüedad del pueblo.
En esta fecha, las Cortes
de Zaragoza dan plenos poderes al arzobispo, y al Justicia de Aragón para nombrar
“Sobrecullidores, y reglamentar sus atribuciones. Se nombran seis “Sobrecullidas";
Alcañiz, Huesca, Jaca, Montalbán, Tarazona y Teruel, quedando Campillo
integrado en la de Tarazona. Este hecho nos indica que en esas fechas Campillo
ya era una localidad “tenida en cuenta”. Este dato puede ser significativo, que
entre las seis “Sobrecullidas” nombradas reunían tan solo 176 municipios,
siendo Campillo, junto a Jaraba (Xaraba) las únicas localidades de la zona, que
disponían de “cullidor”, no estando incluidas localidades como Nuévalos, Ibdes,
Calmarza o Cimballa.
Entre los Campillenses/campillanos ilustres y universales cabe destacar a Lucas Bueno Nuño que
fue quien regaló la copia de la Sabana Santa (otra
Sindone más, esta vez aragonesa) que se conserva en el pueblo. Obispo de Malta
en 1663 fue consagrado en 1666, después le honraron en Roma con el arzobispado
de Rossano y de Tesalónica, y llegó a ser Gran Maestre de la Religión o de la
Orden de Malta.
Otro aragonés
originario de Campillo fue el pedagoogoBomingo Tirado Benedi. No
olvidaremos, finalmente a uno de los grandes de la medicina aragonesa del siglo
XIX D. Juan Bautista Calmarza Ibañez, gran humanísta y gran
impulsor de los balnearios de Jaraba y Paracuellos de jiloca, de los que fue director.
Sábana Santa. Campillo de Aragón. Imagen: DPZ
Su iglesia parroquial
está dedicada a San Juan Bautista, construida en piedra de sillería, en estilo
gótico (siglo XVI). Esta ligada por detrás al largo muro del castillo medieval,
de tosca mampostería, con almenas en un extremo y un torreón de alzado
ligeramente troncopiramidal y planta cuadrada de unos 4 m. de lado.
Parece evidente que
se derribó el muro opuesto al construirse la iglesia, cuando ya este castillo, o
más bien recinto-refugio, había perdido su valor estratégico como posición
fronteriza. Debió erigirse hacia el siglo XIV y se oponía al castellano de
Fuentelsaz.
Una de las capillas
de la Iglesia, la dedicada al Santo Cristo (s. XVIII), alberga la réplica de la Sábana Santa de Turín, muy apreciada en la localidad. La imagen gótica del
Cristo data del siglo XV. Existe una ermita
en honor a Santa Lucía también de estilo gótico, desde 2002 Bien de Interés
Cultural Aragonés.
Este templo es monumental en toda
su trazado, con elevada torre (s. XVII) y hermoso pórtico lateral, con columnas
y zapatas renacentista, si bien la primitiva nave es protogótica, con cubierta
de madera sobre arcos apuntados. El ábside se añadio en el siglo XVI por lo que
es de gótico tardio.Curiosamente en la ermita de la Virgen de Santa Lucía se
venera la imagen de la Virgen de la Fuente, románica, de gran valor.
Ermita de la Virgen de Santa Lucia y Casa Social
Columna de la Ermita
En su término
municipal, árido y duro, discurre el sendero PRZ-30 entre campos de cereal y
girasol que acerca a las hoces del río Mesa. Muy cercano tambien al pueblo se
encuentra el Monasterio de Piedra, un auténtico vergel, a
orillas de río Piedra.
Paisaje desde la Iglesia
Campillo celebra Fiestas
patronales de San Pedro mártir de Verona los días 29 y 30 de abril. Fiestas de Exaltación
de la Santa Cruz y en honor de la Sábana Santa, los dias 13, 14 y 15 de
septiembre.
Peirón en la Plaza de Abajo
El carácter hospitalario de los
habitantes de la localidad no deja insatisfecho a nadie, abiertos a la comunicación
y dispuestos a mostrar los tesoros del pueblo, están deseosos de entablar
conversación y contar la historia del pueblo.