viernes, 24 de julio de 2015

Villafeliche (Zaragoza)

Vista general

La localidad se encuentra a 90 km de Zaragoza, en las proximidades de la sierra de Atea, junto a la ribera del río Jiloca, cuyas aguas riegan una fértil huerta. Pertenece a la comarca de Calatayud.
La población, posiblemente, tiene su origen en tiempos de la ocupación romana y, con toda seguridad, a época árabe. De los tiempos de la dominación musulmana se conservó hasta principios del siglo XX, los muros de una mezquita. En lo alto de la colina donde asienta el caserío todavía puede observarse los restos de una fortaleza, posiblemente de los siglos XIII o XIV. Sus dimensiones (31 x 14 m) son suficientes para alzarse sobre todo el valle. El Castillo esta bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.


 Fortaleza
 

La localidad fue reconquistada por Alfonso I el Batallador (1131) quedando dividida la población entre cristianos viejos y moros convertidos a la nueva religión y pasó a depender de Calatayud. A la muerte del Rey (1142), fue cedida al obispo de Sigüenza, aunque Ramón Berenguer IV la recuperó, anexionándola a la comunidad darocense.
En el siglo XIII fue vendida al Monastrio de Piedra hasta que fue recuperada como señorío por Jaime I, pasando a manos de los Azagra (1257-1366) siendo don Sancho su primer Señor. En 1366 asumió el feudo Doña Emilia Ruiz de Azagra (casada con Don Fernán López de Luna, cuñado de Martín I el Humano, Rey de Aragón). Entre sus sucesores se puede destacar a don Francisco de Miguel de los Cobos, con quien entre 1609 y 1610, fueron expulsados los moriscos, bajo el mandato de Felipe III. La población sufrió un quebranto en un número importante.


 Estación de ferrocarril de Villafeliche
 
El señorío feudal de Villafeliche terminó el 3 de septiembre de 1885, con el fallecimiento de Doña Vicenta del Campillo y Gonzalo, decimosexta señora de la población. De todos los señores de la localidad seis fueron mujeres, en concreto las cuatro últimas, de ahi el apodo de "las señoritas" , que todavía recuerdan los vecinos.
De la división de la población queda constancia en el urbanismo del nucleo poblacional. El mismo se encuentra dividido por una gran calle longitudinal por lo que la visita se hace fácil, sin riego de pérdida. A lo largo de la visita podemos observar la ermita de San Antón, en el barrio que lleva ese nombre. La Iglesia parroquial de San Miguel, construida entre 1610 y 1618, es un edificio barroco de grandes dimensiones. Su torre mudejar fue construida con la idea de tener otra gemela. El interior del templo se divide en tres naves cubiertas por bovedas de lunetos y cúpula sobre pechinas en el crucero y en las capillas de la cabecera. De sus retablos destaca el dedicado a San Ignacio Delgado, hijo de la villa, misionero y mártir en Tonkin (Vietnan del Norte), hoy patrón de las misiones aragonesas. Con motivo de su restauración fue encontrada en el subsuelo una necrópolis.


 Ermita de San Antón
 
Desde la plaza de la Iglesía donde se encuentra el Ayuntamiento y el Bar Agustín, cuyo dueño es un prodigio de amabilidad y hospitalidad, se accede al Camino del Monte Calvario, salpicado de una estaciones originales compuestas de ermitas particulares donde están enterrados los antepasados de cada familia. Culmina el via crucis, una ermita de titularidad municipal.


 Iglesia parroquial
 
Siguiendo la calle Mayor se llega a la Paza del mismo nombre desde donde podemos bajar a la huerta por la calle de las Herrerias o quedarnos admirando la plaza. Siguiendo el camino de la vega llegamos a la antigua estación de ferrocarril a cuya vera se encuentran dos fuentes y un parque infantil. Los viejos railes recuerdan el tráfico de tiempos pasados del desaparecido Ferrocarril Central de Aragón.
La villa cuenta con dos ermitas más, la San Cosme, con planta en cruz griega, y la de San Marcos, alguna en deplorable ruina. Digno de destacar es el itinerario de los molinos de polvora. Estros constituyen un conjunto de unos doscientos pequeños edificios , que estuvieron en pleno funcionamiento desde el siglo XVIII, siendo señores los Camarasa, hasta 1831, fecha en que las Reales Fábricas fueron desactivadas por el Gobierno, sumiendo en la miseria a muchos de los habitantes de la población.
Un hecho memorable es que la pólvora villafelichina es que, durante la Guerra de Independencia, cuando Zaragoza sufrió el primer Sitio, las tropas de Palafox se sirvieron de ella gracias a un héroe darocense, Tomás Franco Costas, un labrador que no dudó en camuflarla entre un cargamento de paja e introducirla en la capital.


 Acceso a un molino de pólvora


Otra de las riquezas de esta población es su tradición alfarera, que se remonta a fechas anteriores al siglo XV. Sus piezas son de una gran riqueza y variedad, de tanta calidad como las de Muel. En la actualidad Villafeliche solo cuenta con un alfarero, se trata de Manuel Gil y Gil, heredero de esta práctica familiar y creador de piezas contemporánes de notable éxito. En mi visita a la población tuve ocasión de visitar su taller y recibir todo tipo de explicaciones acerca de esta artesanía y de su gran amor por la docencia.
Manuel colabora con la comarca realizando con los más jóvenes actividades complementarias a su educación.


 Taller de Cerámica de Manuel Gil

 Monumento a los Alfareros

Villafeliche mantiene un hermanamiento con la localidad italiana de Villafeliche-Colfelice en la región de Lacio con la que mantiene periodicos intercambios.
Las fiestas patronales en honor de San Marcos, San Juan y el Beato Ignacio Delgado dan comienzo el primer domingo de agosto finalizando el martes siguiente
 Monumento a los trabajadores de la pólvora en la Plaza Mayor
Fotos: joseacuenca


 








 

sábado, 18 de julio de 2015

Santa Cruz de la Serós (Huesca)

Santa Cruz de la Serós. Vista de la Iglesia de Santa María desde la planicie de San Caprasio

El lugar de Santa Cruz de la Serós se alza a 778 metros sobre el nivel del mar, al sur del valle del río Aragón, en la cara norte de la sierra de San Juan de la Peña. Esá emplazado en el fondo de un valle que desciende desde la montaña prepirinaica hacia el río Aragón. Se trata de una pequeña localidad que conserva dos importantes joyas arquitectónicas, la Iglesia de Santa María y la Iglesia de San Caprasio.

Casa en Santa Cruz, probablemente ocupada en su momento por trabajadores del antiguo monasterio

El caserío de Santa Cruz se encuentra ubicado en el lado izquierdo del barranco con calles y viviendas situadas de forma anarquica. En los últimos años han surgido establecimientos hoteleros que han
colonizado el lado derecho y que gozan de vistas maravillosas.
La denominación oficial de este lugar como Santa Cruz de la Serós es relativamente moderna ya que hasta principios del siglo XX era conocido como Santa Cruz. En la Edad Media era citada primero como Santa Cruz y luego como Santa Cruz "de las Sorores", Sorors y "de las monjas". El apellido de la Serós deriva de estas dos primeras formas, que significan "hermanas" y son los equivalentes femeninos a la palabra latina "fratres" que se aplica a los monjes. Alude además a la posesión de la villa por parte del monasterio por
concesión del rey Alfonso ll en agosto de 1172.

 Santa María

La Iglesia de Santa María ocupa un lugar centrico de la localidad. Fantástica mole, vestigio del antiguo monasterio románico femenino que aqui tuvo sede desde el siglo Xl. Desgraciadamente falta el claustro, la sala capitular, el refectorio, el dormitorio común y todas las demás edificaciones propias de un monasterio.

 Torre campanario

La magnifica y soberbia torre campanario de Santa María le da una solemne verticalidad al termplo. Su porte monumental y considerablemente desproporcionada respecto al conjunto del templo, se dispone sobre la capilla lateral sur que da lugar al brazo meridional del crucero, quedando unida y comunicada con la recién tratada cámara superior secreta mediante un pequeño vano adintelado.
La iglesia de Santa María de Santa Cruz de la Serós fue declarada Monumento Nacional en noviembre de 1931, siendo objeto, ya durante los años 90 del siglo XX, de una profusa restauración consistente en rehabilitar la torre, consolidar la fábrica, desprenderla de aditamentos tardíos y acometer en ella varias prospecciones arqueológicas para tratar de profundizar en sus orígenes y en su historia.
Tras una última intervención de consolidación en 2004, el 25 de mayo de 2005 fue declarada Bien de Interés Cultural.

 Puerta fachada sur de Santa María

Puerta en la fachada sur que comunicaba el Claustro con la Iglesia. Su tímpano rodeado por dovelas queda cobijado por una arquivolta con el típico ajedrezado jaqués y se muestra decorado por el Crismón y seis rosetas

 Iglesia de San Caprasio

La Iglesia de San Caprasio, restaurada en los años sesenta del pasado siglo, pequeña en cuanto a su tamaño, es grande e importante en cuanto a su legado artístico, ejemplo del denominado románico lombardo. En su fachada occidental, además de su puerta de acceso podemos observar la desigual repartición de arquillos y bandas

viernes, 10 de julio de 2015

Buerba (Huesca)

Buerba. Iglesia desde el Refugio "Guardafuentes"

 Una carretera, construida en la postguerra, de dirección única y sentido ascendente, que discurre por el Cañón de Añisclo, nos lleva hasta Buerba (hay otras formas de llegar), un nucleo poblacional que no llega a la treintena de habitantes. Situado en el valle de Vió, dependiente del ayuntamiento de Fanlo (Buerba fue municipio de 1834 a 1845), en la comarca de Sobrarbe, a los pies del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y en las faldas de la montaña del Sastral impresiona por su entorno natural.

 Casa de Buerba con su característica chimenea trococónica y su espantabrujas

El paisaje en el que Buerba esta enclavado es espléndido y en la localidad, situada a 1143 metros de altitud, llaman la atención el conjunto de su caserío, de piedra y con tejados de losa y sus hermosas chimeneas cilindricas tradicionales, como elemento destacable de su patrimonio. Dignas de visitarse son también sus eras y sus “bordas” .




Chimeneas (Chamineras o chamineyas). Casas de Buerba

El pueblo que es uno de los nueve pueblos que forman parte del valle de Vió, cuyo origen esta documentado en el siglo XII, aunque probablemente su asentamiento es anterior, se estructura en torno a
la plaza, presidida por un gran fresno con propiedades curativas para el ganado y alrededor del cual se llevaba a cabo el baile d´o cascabillo, danza de probable origen celta. La iglesia de San Miguel, del siglo XVI, se localiza también en torno a la misma plaza. El templo consta de una nave rectangular alargada y cuatro capillas laterales, en una de las cuales se conserva una pila bautismal con una inscripción de 1613.

De igual forma, la iglesia de Buerba poseía un roco patrimonio eclesiástico. Algunos de estos objetos litúrgicos se conservan en el mueso diocesano de Barbastro. Merece la pena destacar una cruz procesional en plata del Renacimiento (1570) o un cáliz en plata del siglo XVI.
En la localidad se mantiene la tradición de la talla de boj. La población cuenta con casas rurales y un magnifico refugio, El refugio "Guardafuentes", construido a partir de una "borda" , en el que sus regidores, David y Raquel, una pareja entrañable, informa de todo los que concierne a la zona mientrás se degusta un magnifico plato de carnes de la tierra, regado con un excelente vino... y a un muy buen precio.

 Refugio "Guardafuentes"

Desde este lugar se pueden realizar rutas y excursiones a sitios naturales de una belleza sin igual convirtiéndose en un enclave para amantes del senderismo, el barranquismo y del deporte en general.
Buerba celebra fiestas en San Miguel (29 de septiembre) y las que se celebran el 15 de agosto en honor de la Virgen (fiestas pequeñas).

lunes, 6 de julio de 2015

Terriente (Teruel)

Iglesia parroquial de El Salvador

Terriente se encuentra situado a 57 kilómetros de Teruel y 202 kilómetros de Zaragoza enmarcado en la comarca de la Sierra de Albarracín, en pleno enclave de los Montes Universales, entre paisajes de frondosos bosques de pino y fuentes de agua que surgen nobles de la tierra verde.

Casona. Actualmente establecimiento hostelero
(Casa Rural)

El término municipal linda con territorios donde los bosques compiten por ser los mejores conservados.
Son 25 municipios los que forman la comarca a la que está adherida la localidad, enclavados en lugares espectaculares.

Ayuntamiento

El conjunto que compone la localidad es uno de los cascos más notables de la zona de Albarracín debido a la calidad de su arquitectura y su organización en torno a la plaza ovalada de influencia barroca que pone esqueleto al lugar. Destaca el edificio de Ayuntamiento, construido en el siglo XVl , con dos plantas La
inferior servía de almacen y de cárcel. Se adorna de una lonja con dos arcos en su fachada principal. El resto está constituido por buenos ejemplos de arquitectura popular de estos núcleos serranos de tradición
ganadera. Su conjunto es uno de los más armónicos de toda la comarca. Predominan las grandes casonas construidas en mampostería, las fachadas suelen engalanarse con algunos elementos tomados de otras construcciones de carácter monumental como pueden ser las portadas en sillería de aro de medio punto, vanos en arco apuntado o atractivos trabajos de rejería.

Portada de la Iglesia

La iglesia parroquial es una construcción gótico-renacentista realizada en varias etapas a lo largo del siglo XVI. Tiene nave única de tres tramos cubierta con bóvedas de crucería estrellada, cabcera plana y coro en lo alto a los pies. Capillas entre contrafuertes, con fechas de construcción: una de ellas de 1547 y la otra de 1559. La iglesia fue terminada hacia 1585

 "Paseando por Terriente"

Dentro del casco urbano pero aledaña a la carretera de acceso se puede visitar la Ermita de la Virgen del Rosario, obra de mamposteria de grandes dimensiones, con contrafuertes laterales. Construida en 1718 -fecha inscrita en una pequeña ventana a los pies- y 1724. El exterior esta restaurado y su interior se encuentra vacio.

 Torre defensiva y palomar. El Palomar. Restaurado en 2010

 Patio Acceso Principal Iglesia y Pila bautismal
.

domingo, 5 de julio de 2015

San Juan de Plan (Huesca)

 Iglesia de San Juan Bautista

San Juan de Plan (San Chuan de Plan, en chistabin), se encuentra en la cabecera del valle de Chistau, a 1122 metros de altura, a orillas del rio Cinqueta, afluente del Cinca. La parroquial está bajo la advocación de San Juan Bautista y su construcción original data de la segunda mitad del siglo XII, aunque reformada en el XVI. Estos elementos primitivos de factura medieval y que hoy se conservan son el ábside, parte de la nave y, con toda probabilidad, el arranque de la torre campanario.

 Vista desde la zona baja de la localidad

Documentada la localidad por primera vez en el 1020, este lugar se llamó, entre 1323 y 1543, San Juan de Gistaín pasando después a llamarse simplemente San Juan hasta el año 1910. El nombre actual, San Juan de Plan, comenzó a usarse de manera oficial a partir de 1920. Fue merinado de Sobrarbe, sobrecullida de Aínsa, vereda de Jaca y corregimiento de Barbastro.Después de ser villa de realengo, en 1323 Guillermo de Meytat la dio a Pedro de Meytat, y el 15 de julio de 1328 Alamán de Torayla prestó homenaje a Alfonso IV de Aragón en el castillo del lugar.


 Puerta tipica enmrcada en piedra y con aldaba con figura de reptil
 




A orillas del río Cinqueta, el casco urbano trepa por la ladera más solanera de la localidad para mantenerse alejada del azote de los vientos, perfectamente adaptada al terreno. Entre la parte baja del pueblo y su parte alta hay un desnivel de 100 metros. Son abundantes las típicas casas chistabinas construidas de gruesos cantos rodados y mamposteria.

Caserio

San Juan se Plan, conserva las mejores tradiciones y costumbres de los valles del Pirineo. Entre éstas se encuentra la celebración de la típica hoguera de San Juan, el 23 de junio, dentro de una conmemoración conocida como "la falleta", los Carnavales, en febrero, y demás temas folklóricos como el dance. Los sanjuaneros celebran las fiestas patronales en la última semana de agosto en honor a San Mamés.

El camposanto se extiende junto a la puerta de la iglesia. Aquí hay que decir camposanto y no cementerio, porque es campo de muertos y cruces dentro del paisaje. Se encuentra en la parte baja del pueblo

A un kilómetro río arriba se llega al puente llamado Puen Pecadó, donde se cuenta que recibe ese nombre ya que, antiguamente, allí se castigaban a los pecadores lanzándolos por el puente de cuarenta y nueve metros y medio de altura.
A unas dos horas y media a pie se llega hasta la ermita de San Mamés situada en el monte de igual nombre.

sábado, 4 de julio de 2015

Rodén (Zaragoza)

Iglesia de San Martin de Tours (pueblo viejo de Rodén)

Rodén es una pequeña localidad perteneciente al municipio de Fuentes de Ebro, en la provincia de Zaragoza. Se encuentra a 3 km de la cabecera del municipio y a 27 km al sureste de Zaragoza.

Torre de la Iglesia

El pueblo viejo de Rodén fue abandonado tras la guerra de 1936, construyéndose uno nuevo a los pies junto al río Ginel . Recuerda a un Belchite en miniatura.

 Desde la puerta de la Iglesia de Rodén

La iglesia destaca en la parte alta del caserío junto a los también restos del ruinoso castillo. Se realizó en mampostería, reforzándose con ladrillo las ventanas, puertas y arcos. El ábside es poligonal de cinco lados y se cubriría seguramente con bóveda de crucería estrellada que ha perdido. Las nervaduras arrancaban de ménsulas talladas en yeso con una fina labor vegetal, que aún se conservan.

Castillo de Rodén con la única cúpula que queda y que nadie se explica como se sostiene. Amenaza
ruina desde hace años.

En sus inmediaciones encontramos buenas canteras de alabastro que en tiempos sirvieron para la construcción de las viviendas que formaban el pueblo viejo, donde cabe destacar los restos de la antigua fortaleza y de la iglesia parroquial de San Martín, una interesante obra de clara raíz mudéjar. Trinchera que todavía llega de Rodén a Fuentes de Ebro.

Vetas de alabastro en las proximidades de Rodén

Al igual que las localidades de su entorno, ésta sufrió mucho durante la Guerra Civil y hoy todavía se siguen apreciando sus efectos como muestra el pueblo viejo arriba, en lo alto del monte, donde sólo hay ruinas y podemos encontrar trincheras que bordearon los montes dominando todo el valle del Ginel y del
Ebro.

El antiguo pueblo se recorta sobre el horizonte y la luz se cuela por los agujeros de las paredes de piedra gris y blanca. Ni tejados, ni puertas, ni ventanas. Se nota que por allí pasó la guerra. Pero no fueron las bombas, sino los hombres los principales causantes de su destrucción al desmantelar todo el pueblo para hacer fortificaciones en el sangriento frente de Belchite.

Rodén. Pueblo nuevo

El nuevo pueblo se levantó al pie de las ruinas, a la sombra del pasado, mejor emplazado pero menos pintoresco, en la vega y a la orilla de la carretera.