Torre civil de Maella. edificada en las siglos XV y XVI, tiene 48 metros de altura y forma
octogonal en su parte superior. Está completamente restaurada, y da
cobijo al salón de sesiones del Ayuntamiento, a las oficinas municipales
y a la capilla de la Virgen del Portal.
n Villanueva de Almazán y en caseríos de San Sebastián y La Capitana. En la actualidad, Maella cuenta con 2200 residentes.
El suelo cultivable es fértil.
Históricamente, los productos más cultivados han sido el olivar, la vid y el
almendro; en la actualidad destaca el melocotón tardío y esta creciendo el
granado. Las higueras, que por la exquisitez de su fruto dieron tanta fama a
Maella, han desaparecido casi totalmente.
La Villa ha experimentado en los últimos
años una gran transformación. En la década de los 50 se instaló la red de
suministro de agua; posteriormente, se pavimentaron todas sus calles, y se les
dotó de una espléndida iluminación. En 1966 se inauguró la piscina pública
municipal. Unos años antes, en 1921, fue levantada en el barrio de San
Sebastián la única plaza de toros de piedra de la comarca, con un aforo para
unas dos mil personas. En ella se celebran diversas corridas y encierros de
vaquillas, coincidiendo con las fiestas mayores. Desde 1984 dispone de teléfono
público. Cuenta Maella con un campo de fútbol y con un pabellón polideportivo
en el que se organizan competiciones de diversos deportes.
La Iglesia de Santa María de Maella
fue levantada en el siglo XIV, aunque su apareciencia actual responde
las obras realizadas en el siglo XVIII. De la primitiva construcción
gótica, sólo perduran humildes, pero interesantes vestigios.
El templo, de estilo gótico, se construyó sobre una
primitiva iglesia de origen templario. Al ser expulsados los frailes
Franciscanos de la Trapa , fueron acogidos en este recinto, que fue
convertido en convento. Los frailes, con la ayuda de la villa, fueron
acometiendo distintas ampliaciones y reformas a lo largo del tiempo.
En el año 1777 comenzaron las obras del actual templo, a
cargo del fraile franciscano Francisco Jiménez. En 1835 los frailes
abondonaron el recinto y éste se destina a albergar a pobres, viudas,
enfermos.
En el verano de 1404 Martín I el Humano celebró Cortes en Maella, en el
recinto de la iglesia parroquial. Años más tarde, en 1423, se convocaron de
nuevo Cortes en Maella; fueron las primeras en la historia de Aragón que se
convocaban en ausencia de Rey. Durante la Guerra de Sucesión entre Carlos VI y
Felipe V, Maella luchó al lado de Don Felipe, quien le concedió el título de
"Fidelísima", y le otorgó el derecho a incorporar en su escudo la
flor de Lis.
Dos monumentos llaman la atención: la torre del reloj y el castillo
palacio. La primera, edificada en las siglos XV y XVI, tiene 48 metros de
altura y forma octogonal en su parte superior. Está completamente restaurada, y
da cobijo al salón de sesiones del Ayuntamiento, a las oficinas municipales y a la capilla de
la Virgen del Portal. El castillo palacio se encuentra actualmente en estado
ruinoso, pese a lo cual conserva su monumentalidad. Junto al castillo se
edificó la iglesia parroquial, separados ambos por un portal que cerraba la
población, y sobre el que había una pasarela elevada que los comunicaba.
Cerca de Maella, camino de Fabara, encontramos la ermita del Cristo de la
Zarza, y las ruinas del monasterio trapense de Santa Susana, del que se
conservan la capilla y la hermosa torre.
Detalle del Castillo- Palacio de Maella. El castillo palacio se encuentra actualmente se halla en estado ruinoso, pese a lo cual conserva su monumentalidad. Junto al castillo se edificó la iglesia parroquial, separados ambos por un portal que cerraba la población, y sobre el que había una pasarela elevada que los comunicaba.
La leyenda de Maella
Esta hermosa narración cuenta como el Señor
habitante del Castillo mantenía a la población en un estado de continuo
descontento como consecuencia de la opresión. En este ambiente, agitado por la
injusticia del poderoso terrateniente se fraguó una rebelión encabezada por un
apuesto joven campesino. Esta rebelión acabó derivando en terrible lucha con
resultado favorable al Señor, quién decidió condenar a muerte en la horca al
valiente joven cabecilla. La ejecución se llevaría a cabo en el "Tossal de
les Forques", lugar en el que eran ejecutados los reos condenados a muerte,
de ahí su nombre, que todavía se conserva en la actualidad.
La amada maellana novia del muchacho, presa del
miedo por perder a su enamorado, se vió obligada a intervenir suplicando al
Señor del Castillo la vida de su prometido
.
El Señor , cautivado ante el valiente y decido gesto de la joven y, ante todo, por su extraordinaria belleza se vio impulsado a pedir la mano de la doncella a cambio de la vida del joven, habiendo reflexionado las palabras del Señor, tuvo a bien jugar con estas y voluntariamente confundir la "mano en matrimonio" con su propia mano, por lo que decidió cortar su mano y hacérsela llegar al señor dueño del Castillo, quien asombrado ante el acto de heroicidad protagonizado por la joven maellana y haciendo honor a su palabra, dio la orden de liberar al joven y amnistiar a todos los habitantes de la villa. No es extraño que tan hermoso relato sirva de inspiración constante para artistas, así como está muy relacionado con la heráldica maellana - mano de carnación sobre un solo campo de plata y en medio de dos flores de lis.
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El Señor , cautivado ante el valiente y decido gesto de la joven y, ante todo, por su extraordinaria belleza se vio impulsado a pedir la mano de la doncella a cambio de la vida del joven, habiendo reflexionado las palabras del Señor, tuvo a bien jugar con estas y voluntariamente confundir la "mano en matrimonio" con su propia mano, por lo que decidió cortar su mano y hacérsela llegar al señor dueño del Castillo, quien asombrado ante el acto de heroicidad protagonizado por la joven maellana y haciendo honor a su palabra, dio la orden de liberar al joven y amnistiar a todos los habitantes de la villa. No es extraño que tan hermoso relato sirva de inspiración constante para artistas, así como está muy relacionado con la heráldica maellana - mano de carnación sobre un solo campo de plata y en medio de dos flores de lis.
Vista de La Iglesia de San Esteban y del Castillo-Palcio desde la ribera del Matarraña
De ser cierta esta interpretación, el nombre de la
villa haría referencia a esta a esta acontecimiento: MAELLA- MA D'ELLA - MANO
DE ELLA.
Las flores de lis que acompañan a la mano de mujer
se incorporaron a raíz de la
Guerra de Sucesión, puesto que Maella se mostró fiel
partidaria del aspirante Borbón Felipe, quien habiendo llegado al trono,
concedió en 1708 el titulo de Fidelísima junto el derecho de añadir al escudo
las dos flores borbónicas..
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